13.5.06
Pereza.
Estoy perezoso últimamente. No hago absolutamente nada provechoso y me encuentro de un perro que no es normal. Y eso no me gusta. Siempre me he considerado una persona medianamente activa, que cuando estoy como ahora, sin hacer nada útil, me siento mal conmigo mismo y me lo recrimino. Pero estos días no puedo evitarlo, y ya están siendo demasiados.
Me acuesto tarde porque me quedo aquí en el ordenador hasta tarde. Me levanto tarde porque me acosté tarde, así que la mañana las tengo todas perdidas. A medio día como y me siento aquí delante del ordenador a esperar a que pasen las horas hasta que llegue el momento de quedar con Tere y verla. El mejor momento del día. Después vuelvo a casa, otra vez internet, y vuelta a empezar. Qué asco.
Igual aquel o aquella que me lea que curre 15 horas diarias mientras se saca unas oposiciones, tiene un crío chico y no llega a fin de mes pueda pensar que soy jodido cabrón vividor que sólo me rasco las pelotas. Pues bien, a todo aquel que lo piense quiero decirle que tiene razón, y que en absoluto me enorgullezco de ello. Pero las circunstancias son estas y todos los hechos que me han ocurrido han desembocado irremediablemente hasta este punto. Qué le voy a hacer.
A mí me gusta tener siempre algo que hacer. Si no hago nada me aburro, y siempre siempre he sido activo y con algo entre manos. Si no era estudiando, era porque trabajaba y si no era porque me apetecía bajarme un curso de photoshop y aprender por mi cuenta a manejarlo, o hacerme moderador de algún foro para participar activamente en él desde dentro... o lo que sea, pero el caso era hacer algo útil.
Llevo casi un mes y medio sin hacer ni el puto huevo. Nada. Tirao. Y busco trabajo, bien lo sabe la gente que no paro de meterme en Infojobs y quinientas páginas del estilo, pero o bien lo que me ofrecen no me motiva, o me dicen que sí y luego que no, o simplemente no dicen nada. Así que en ese tema estoy un poco desencantado. Qué asco de mundo laboral. O te dejas explotar o estás parado. Pues me quedo parado, para favorecer a los empresarios cabrones explotadores mejor me quedo en mi casa.
¿Y qué pasa que no vas ya a la Universidad? Pues... no. Debería ir, la verdad, pero pa qué. Dejé de ir a principios de curso y ya no creo que sirva de mucho volver a ir a clase. Esto no quiere decir que vaya a abandonar, en absoluto, me presentaré a las dos asignaturas que aprobé en febrero, pero el hecho de volver ahora a clases, después de ocho meses para dar asignaturas de las que no voy a tener ni puñetera idea y sentirme más perdido que tarzan en el desierto, pues no, gracias.
Así que en este punto me encuentro, todo un círculo vicioso que me lleva de la tirria y la pereza a más pereza y más tirria. Y vuelta a empezar. Demasiada calma... y la calma no me gusta, porque es el preludio de la tormenta. Y si me gusta poco la calma, la tormenta aún menos. Esperemos que tarde en llegar.
Sin embargo, pienso ponerle punto y final a este círculo y salirme por la primera tangente que vea. ¿Que cómo lo voy a hacer? Pues ni puñetera idea, pero de momento y para comenzar a aprovechar las mañanas con algo que me venga bien, me voy a ir a correr un rato todos los días. Así tengo la excusa de levantarme más temprano y hago deporte, que últimamente me muevo mejor que Espinete en una cama de velcro, y sus efectos se empiezan a notar en la barriga y alrededores. Y no quiero.
Así que nada, para terminar con este post indiferente para vosotros, pero de autoconvencimiento para mí, voy a poner una canción de un grupo cuyo nombre viene al pelo para este momento. No podía ser otro sino Pereza el grupo, y la canción, la única que conozco de ellos, es una que cuando salió la odiaba pero que ahora me encanta: Todo.
Disfrutad y aprovechad el tiempo. Ciao!
Me acuesto tarde porque me quedo aquí en el ordenador hasta tarde. Me levanto tarde porque me acosté tarde, así que la mañana las tengo todas perdidas. A medio día como y me siento aquí delante del ordenador a esperar a que pasen las horas hasta que llegue el momento de quedar con Tere y verla. El mejor momento del día. Después vuelvo a casa, otra vez internet, y vuelta a empezar. Qué asco.
Igual aquel o aquella que me lea que curre 15 horas diarias mientras se saca unas oposiciones, tiene un crío chico y no llega a fin de mes pueda pensar que soy jodido cabrón vividor que sólo me rasco las pelotas. Pues bien, a todo aquel que lo piense quiero decirle que tiene razón, y que en absoluto me enorgullezco de ello. Pero las circunstancias son estas y todos los hechos que me han ocurrido han desembocado irremediablemente hasta este punto. Qué le voy a hacer.
A mí me gusta tener siempre algo que hacer. Si no hago nada me aburro, y siempre siempre he sido activo y con algo entre manos. Si no era estudiando, era porque trabajaba y si no era porque me apetecía bajarme un curso de photoshop y aprender por mi cuenta a manejarlo, o hacerme moderador de algún foro para participar activamente en él desde dentro... o lo que sea, pero el caso era hacer algo útil.
Llevo casi un mes y medio sin hacer ni el puto huevo. Nada. Tirao. Y busco trabajo, bien lo sabe la gente que no paro de meterme en Infojobs y quinientas páginas del estilo, pero o bien lo que me ofrecen no me motiva, o me dicen que sí y luego que no, o simplemente no dicen nada. Así que en ese tema estoy un poco desencantado. Qué asco de mundo laboral. O te dejas explotar o estás parado. Pues me quedo parado, para favorecer a los empresarios cabrones explotadores mejor me quedo en mi casa.
¿Y qué pasa que no vas ya a la Universidad? Pues... no. Debería ir, la verdad, pero pa qué. Dejé de ir a principios de curso y ya no creo que sirva de mucho volver a ir a clase. Esto no quiere decir que vaya a abandonar, en absoluto, me presentaré a las dos asignaturas que aprobé en febrero, pero el hecho de volver ahora a clases, después de ocho meses para dar asignaturas de las que no voy a tener ni puñetera idea y sentirme más perdido que tarzan en el desierto, pues no, gracias.
Así que en este punto me encuentro, todo un círculo vicioso que me lleva de la tirria y la pereza a más pereza y más tirria. Y vuelta a empezar. Demasiada calma... y la calma no me gusta, porque es el preludio de la tormenta. Y si me gusta poco la calma, la tormenta aún menos. Esperemos que tarde en llegar.
Sin embargo, pienso ponerle punto y final a este círculo y salirme por la primera tangente que vea. ¿Que cómo lo voy a hacer? Pues ni puñetera idea, pero de momento y para comenzar a aprovechar las mañanas con algo que me venga bien, me voy a ir a correr un rato todos los días. Así tengo la excusa de levantarme más temprano y hago deporte, que últimamente me muevo mejor que Espinete en una cama de velcro, y sus efectos se empiezan a notar en la barriga y alrededores. Y no quiero.
Así que nada, para terminar con este post indiferente para vosotros, pero de autoconvencimiento para mí, voy a poner una canción de un grupo cuyo nombre viene al pelo para este momento. No podía ser otro sino Pereza el grupo, y la canción, la única que conozco de ellos, es una que cuando salió la odiaba pero que ahora me encanta: Todo.
Disfrutad y aprovechad el tiempo. Ciao!
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